Este es el título de un artículo publicado el pasado día 23 de octubre, en el periódico El País por Enrique Gil Calvo profesor titular de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.
Me ha parecido estupendo, y en el se refleja algo que podemos constatar a diario con amigos, compañeros y conocidos, es el hecho como bien dice el profesor, que desgraciadamente "Nuestro sistema educativo está dividido por barreras de clase, no de religión ni étnicas."
Esta y otras afirmaciones que aquí recojo para abrir boca, las podréis encontrar en su artículo que encarecidamente recomiendo, y que podréis leer pinchando aquí, o en el titulo del post.
"Las familias envían a sus hijos a la concertada por arribismo social".
" Así se genera un nuevo círculo vicioso, pues si las familias españolas demandan una enseñanza de clase con preferencia sobre la enseñanza de calidad, no lo hacen sólo por miope arribismo sino porque adivinan que es la mejor opción para favorecer la futura integración de sus hijos, ya que han aprendido a desconfiar del rendimiento del sistema meritocrático".
Me ha parecido estupendo, y en el se refleja algo que podemos constatar a diario con amigos, compañeros y conocidos, es el hecho como bien dice el profesor, que desgraciadamente "Nuestro sistema educativo está dividido por barreras de clase, no de religión ni étnicas."
Esta y otras afirmaciones que aquí recojo para abrir boca, las podréis encontrar en su artículo que encarecidamente recomiendo, y que podréis leer pinchando aquí, o en el titulo del post.
"Las familias envían a sus hijos a la concertada por arribismo social".
" Así se genera un nuevo círculo vicioso, pues si las familias españolas demandan una enseñanza de clase con preferencia sobre la enseñanza de calidad, no lo hacen sólo por miope arribismo sino porque adivinan que es la mejor opción para favorecer la futura integración de sus hijos, ya que han aprendido a desconfiar del rendimiento del sistema meritocrático".
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